
El cáncer de piel de células escamosas es la segunda forma más común de cáncer de piel en el Ecuador después del cáncer de piel de células basales.
Esta forma de cáncer de piel debe ser tratada ya que la lesión puede aumentar de tamaño, dañar el tejido circundante, y puede extenderse a otras áreas del cuerpo.
¿Cómo se ve?
El cáncer de células escamosas puede manifestarse con áreas engrosadas, rojas y ásperas de piel o como verrugas que tienden a aumentar de tamaño; también pueden verse como una herida que no cicatriza o como un área de piel cubierta por una costra.
Este tipo de cáncer de piel puede crecer rápidamente durante un período de pocas semanas. Aparece en las zonas crónicamente expuestas al sol como la cabeza y el cuello, antebrazos, dorso de la mano y piernas.
Las orejas y los labios son áreas a ser examinadas con especial cuidado ya que este tipo de cáncer puede ser más agresivo en estos lugares.
¿Qué lo causa?
La principal causa de esta enfermedad es la exposición frecuente al sol. Sin embargo, las personas cuyos sistemas inmunológicos se encuentran afectados, como los pacientes trasplantados, también tienen mayor probabilidad de padecer esta enfermedad.
¿Quién está en riesgo?
- Personas de piel clara que se queman fácilmente están en mayor riesgo.
- Individuos mayores de 40 años que han recibido una gran cantidad de sol durante toda su vida también tienen un alto riesgo de desarrollar carcinoma de células escamosas.
- Trabajadores al aire libre se enfrentan a un mayor riesgo debido a su gran exposición al sol.
- Personas que han recibido trasplantes de tejidos sólidos (por ejemplo: riñón, hígado o corazón) están en riesgo extremo de desarrollar cáncer de piel de células escamosas que pueden propagarse a otras partes del cuerpo con consecuencias potencialmente fatales.
¿Cómo se trata el cáncer de piel?
El tratamiento de este cáncer de piel se puede discutir con su dermatólogo. Se compone principalmente de la extirpación quirúrgica, radioterapia o cirugía de Mohs.